sábado, 7 de noviembre de 2015

La salmonelosis aviar es una enfermedad que puede causar pérdidas importantes si no se toman ciertas medidas.

La salmonelosis aviar es una enfermedad altamente contagiosa que provoca pérdidas económicas importantes por una disminución en la producción de huevo, baja incubabilidad del mismo, así como gastos en tratamientos. Esta responde a una falta de cuidados en la bioseguriad de los galpones y es causada por la bacterias Salmonella gallinarum (tifoidea aviar) y Salmonella pullorum (pullorosis). Cabe destacar que esta última es contagiosa al ser humano pero en Bolivia se han visto casos aislados de este virus, siendo la Salmonelosis gallinarum la más común y que solo afecta a las aves y no a las personas. Es una enfermedad sistémica en las aves, especialmente en gallinas y pavos, sin embargo, especies como faisanes, patos, codornices y otras también son susceptibles. Salmonella pullorum también es un mal sistémico que puede causar una alta tasa de mortalidad en aves, pero es menos frecuente en animales mayores de una semana.

Es sin lugar a dudas una de las situaciones más serias que enfrentan los avicultores, ya que es altamente contagiosa, representa pérdidas económicas serias, además de una disminución de producción, huevos y baja incubabilidad sin dejar de lado el gasto económico en los tratamientos veterinarios.

Formas de contagio. La manera más fácil de multiplicación es a través de la eliminación de heces de otros animales. La enfermedad entra en la granja a través de la compra de nuevos animales pudiendo permanecer dichas explotaciones infectadas durante años. La tasa de mortalidad varía del 4 al 50% y en casos extremos hasta el 100%.

Vías de transmisión. La principal puerta de entrada de la Salmonella es vía oral, por contacto con heces de animales infectados, la bacteria eliminada en las heces puede sobrevivir hasta 10 meses, resistente al pH del estómago, sales biliares y peristaltismo, coloniza el intestino delgado e invade los ganglios linfáticos. Esta enfermedad evade las defensas intracelulares de las células intestinales sin ser destruida y comienza a dividirse dentro de la célula. Posteriormente pasa a la sangre y produce una infección sistémica, multiplicándose en macrófagos y localizándose en el hígado, bazo, médula ósea, etc. Se ha comprobado que 5 células es lo necesario para invadir a un pollito recién nacido.

Síntomas. El periodo de incubación es variable. Suele durar varias semanas, aunque puede reducirse a pocas horas. Por lo general, el tiempo de incubación es de 4 a 6 días. Las aves afectadas muestran signos clínicos variables e inespecíficos, incluyendo depresión con tendencia a aglomerarse, dificultad respiratoria, pérdida o disminución del apetito, con excretas blancas que se adhieren a las plumas alrededor de la cloaca. En la forma subaguda de la Pulorosis pueden presentarse problemas en las articulaciones, especialmente en aves en crecimiento, resultando en desarrollo insuficiente. En aves adultas, la reducción de la producción de huevos puede ser el único signo de la enfermedad. Las afectadas por la enfermedad se vuelven portadoras. En pavos los signos clínicos pueden incluir sed, inapetencia, apatía, tendencia a estar separados de aves sanas, diarrea verde o amarillenta. En casos hiperagudos se puede observar que mueren súbitamente sin lesiones aparentes. En casos agudos pueden existir congestión y aumento del tamaño del hígado, bazo y riñones.

Tratamiento. A pesar de tratamientos con antibióticos, es necesario recordar que ningún tratamiento elimina los portadores, pues la única manera eficaz de eliminarlos es mediante el sacrificio de las aves positivas. Pero el diagnóstico definitivo requiere aislamiento e identificación del agente, así como identificación de la variedad de salmonelosis y la aplicación temprana del tratamiento es fundamental para su éxito.

Existen dos tratamientos:

• Sintomático, como por ejemplo, rehidratación del animal.

• Específico con antibióticos para los animales ya enfermos, siendo recomendable realizar un antibiograma de la Salmonella, debido a las frecuentes resistencias y multirresistencias y al riesgo de prolongar el estado de portador. Las aves que sobrevivien presentan retraso en su crecimiento y bajo peso. Las muertes pueden ocurrir sin signos clínicos, aunque la temperatura corporal puede aumentar algunos grados.

El virus en el sector. Respecto a esta enfermedad, el veterinario del Departamento de Sanidad Aviar de ADA, José Miguel Peducasse, aseveró que ante el posible brote de esta enfermedad los avicultores deben realizar un antibiograma. De esta manera identificarán el virus o bacteria y el antibiótico específico al que deben recurrir. "Han habido casos que los avicultores han empleado un antibiótico directamente sin darse cuenta que el animal ya era resistente a dicho medicamento y la enfermedad venció al animal, por ello se sugiere un antibiograma primero que nada", manifestó el especialista. De igual manera aconseja que no se deben estimar medidas de bioseguridad para los galpones, ya que uno con todas las medias de bioseguriad necesarias empleadas evita una mortandad y sobre todo pérdidas para el productor. Por su parte, la Dra. Katherine Peña, directora departamental del Programa de Sanidad Aviar del Senasag, informó que desde el año 2002 se inició un programa de control y erradicación de la Salmonelosis a raíz de los brotes detectados en granjas comerciales. Hoy gracias al monitoreos y normativas que se obligan en las granjas se ha controlado este virus. En las granjas de posturas y comerciales se manejan vacunas que inmunizan a las aves para prevenir este mal pero en el consumidor final. El Senasag fiscaliza que se ejecute el calenario sanitario y en caso de registrarse un brote, se verifica a través de pruebas en el laboratorio y se ejecuta un plan de contingencia, reajustando el calendario, verificando el control de vectores, roedores, desinfectantes y mejoramiento en la bioseguridad. En el caso de granjas con reproductoras se elimina a los animales que dieran positivo en los análisis, precautelando siempre la salud del consumidor final.

Bioseguridad

1. Las aves deben ser obtenidas de fuentes seguras que sean libres de Salmonella Pullorum y Gallinarum.
2. No mezclar aves de diferente origen.
3. Las mismas deben ser colocadas en ambientes limpios y desinfectados.
4. La introducción de otras fuentes debe ser minimizada estableciéndose criterios de bioseguridad apropiados.
5. Las granjas y galpones deben ser seguros e impedir la entrada de aves de vida libre.
6. Debe existir un programa de control de roedores e insectos, realizado de manera periódica.
7. Las fuentes de agua deben ser probadas y mantenidas libres de Salmonella.
8. Debe existir un programa adecuado de aves muertas.

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