lunes, 6 de julio de 2015

Casa Blanca mejora la genética del ganado desde el altiplano



El mejoramiento de la calidad de vacas y toros y la producción de al menos 1.000 litros de leche por día son el negocio de Casa Blanca, la primera cabaña ganadera ubicada en el altiplano que ha logrado vender su producción genética a otros departamentos.

Dos establos con techos de calaminas plásticas y paredes de adobe construidos en las frías y áridas tierras del altiplano son el hogar de 15 vacas y dos toros de la raza lechera Brown Swiss, que conforman el primer hato de Casa Blanca, granja ubicada en el municipio paceño de Huarina, provincia Omasuyos. El adobe y el plástico retienen el calor del sol y mantienen a los animales al resguardo del crudo invierno de la región.

Para que las vacas tengan una buena producción lechera deben estar en un ambiente templado, dijo Zenón Quispe, gerente general de la granja y primogénito del fundador del negocio Andrés Quispe. Además, las vacas y toros “son como de la familia”.

Casa Blanca nació hace 25 años, cuando Andrés Quispe compró una vaca Brown Swiss sin conocer las cualidades genéticas del animal. “Fue coincidencia, la compré en el Perú. Años después me enteré de la calidad de la vaca por la producción de leche que tenía y hace 20 años empecé recién a hacer la inseminación artificial”, contó el propietario de la cabaña.

Esta labor de reproducción artificial —uno de los más rápidos avances del progreso genético en la ganadería, según la FAO— comenzó a ser realizada por los Quispe con semen de sementales Brown Swiss importado desde EEUU. Según el portal web brownswis.org.pe, esta raza se distingue por la calidad y cantidad de su leche, particularmente “idónea para la producción de quesos”.

“Las pajuelas (tubos con semen de ganado usados para la inseminación artificial) llegan a Perú, donde el mejoramiento genético de este tipo de ganado está bastante avanzado”, afirmó el hijo mayor del fundador. “Adquirimos cada pajuela a un precio de entre unos 100 y 200 dólares, pero puede llegar a costar un poco más, depende del ejemplar del que se haya sacado la muestra”.

Las crías de vacas inseminadas artificialmente tienen una mejor carne y producen más leche. Esta técnica, explicó, sirve para acelerar el mejoramiento del ganado.

Con la modificación, vacas que normalmente tienen un precio de entre Bs 4.000 y 15.000 llegan a costar desde Bs 70.000 hasta 105.000. “En algunos casos, los padres de nuestro ganado tienen genes de campeones mundiales de genética, como en los casos de (las vacas) Gabriela y Tormenta. Los sementales también son comercializados a precios elevados por su carga genética”, indicó el Gerente General de Casa Blanca.

Gracias a esta labor, el propietario de la cabaña pudo sacar profesionales a sus tres hijos, dos de los cuales trabajan en la granja.

La empresa empezó a vender novillos a granjas ganaderas de otros departamentos hace cinco años. Hoy los principales mercados para sus becerros son Oruro, Cochabamba, Beni y Santa Cruz.

“Somos los primeros y creo que los únicos que vendemos genética a Santa Cruz y Beni, lugares donde el ganado está entre los mejores del país”, destacó Zenón Quispe, de profesión historiador.

Los ganaderos, al cruzar a estos animales con razas cebuinas, obtienen un doble beneficio, pues de ello podrán obtener altos volúmenes de carne y leche. “El ganado cruceño ya no solo es para el faenado, sino también para la producción de leche”, subrayó.

Según el empresario, datos a 2013 del Centro de Inseminación Artificial Bovino dan cuenta de que luego de la venta de ejemplares Brown Swiss en Santa Cruz, los cebuinos aumentaron su producción de leche de 7 a poco más de 15 litros por día.

Cualidades. Mientras un ejemplar de la raza lechera Holstein produce entre 10 y 22 litros de leche en el altiplano, “cada una de nuestras vacas produce hasta 35 litros por día” en la misma altura y 40 litros en el valle, enfatizó.

La raza Brown Swiss, con presencia en todo el mundo, se distingue, además por su longevidad, por su robustez y resistencia a las enfermedades, por su capacidad de adaptación a diversas condiciones geográficas, por su fácil nacimiento y por su docilidad.

Durante toda su vida —20 años aproximadamente— una vaca de esta raza tiene entre 13 y 15 becerros. “Preferimos que las crías sean hembras (para que se reproduzcan más), es por eso que compramos pajuelas asexuadas”, dijo el primogénito de los Quispe.

Estas muestras asexuadas ya cuentan con la modificación genética para que las crías sean hembras o machos, lo que permite definir el sexo de cada cría antes de que la vaca sea preñada, sostuvo el propietario de la granja.

Otras de las ventajas de esta raza, agregó su hijo, es que los mayores volúmenes de leche que se obtienen de estas vacas contienen altos niveles de grasa, de la cual se pueden conseguir más derivados.

El portal brownswis.org.pe indica que el contenido de grasa en la leche de las Brown Swiss está entre 3,8 y 4,2% y el de proteína entre 3,5 y 3,8%. “Una combinación exitosa que no se encuentra en ninguna otra raza ni especie criada en el mundo”, se indica.

Casa Blanca vende los aproximadamente 1.000 litros de leche que producen sus vacas por día a empresas como PIL, Delizia y Panda. “Nos pagan un mismo precio, como a todos los productores, sin ver el valor calórico (sic) que tiene (este alimento). Terminamos perdiendo”, sostuvo Zenón Quispe.

El 21 de noviembre de 2014, el Gobierno junto a la dirigencia nacional de los trabajadores lecheros acordaron un incremento en el precio del litro de leche de Bs 3,20 a 3,70, para aquellos productores que tengan participación en alguna empresa, y de Bs 2,80 a 3,40, para aquellos independientes.

“En Perú, por ejemplo, el precio de la leche está relacionado con su calidad y los niveles de grasa que tiene, porque de acuerdo con eso se pueden sacar más productos como queso y mantequilla”, dijo el Gerente y lamentó que en el caso de Bolivia no se pague por la calidad sino por el producto, lo que causa pérdidas a los productores.

Por esta razón, Casa Blanca construirá una planta de queso y mantequilla para darle valor agregado a su leche. “Hasta 2016 ya contaremos con la infraestructura”, anunció Andrés Quispe.

La cabaña cuenta también con otros establos que se encuentran en el municipio de Sorata, en la provincia Larecaja. El clima del valle favorece la producción de leche, coincidieron ambos ganaderos, quienes alimentan a sus animales con avena, alfalfa, afrecho y sales minerales desde que nacen. “Puede ser el mejor ganado, de padres de raza pura, pero si la alimentación no es apropiada el rendimiento no será igual”, dijo el gerente general de la cabaña.

Santa Cruz aumentó peso de sus cebuinos

Gabriela Imaña n El mejoramiento genético del ganado cebuino cruceño incrementó el peso y tamaño de los animales y redujo el tiempo de crianza en dos años, lo que generó mayor ganancia para los empresarios del sector, informó el gerente general de Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), Javier Landívar.

El máximo representante de los ganaderos cruceños recordó que hace diez años, de un cebuino se podía aprovechar entre 180 y 190 kilos de carne, mientras que en la actualidad este volumen está entre los 210 y 220 kilos.

“Se realiza la evaluación genética mediante cálculos matemáticos en base a información de trabajo de campo como el peso del animal, de acuerdo con eso se sabe cuál tiene un mejor crecimiento y por consiguiente mejor genética”.

PROCESO. Explicó que esta evaluación permite obtener hasta 500 pajuelas de un semental, para inseminación artificial, y hasta 50 embriones de una vaca, para trasplantes, en un solo año. “Esas son solo herramientas. La recolección de información genética es fundamental para tener ganado de calidad”, resaltó.

Agregó que el sector trabaja hoy en el mejoramiento de los genes para que la carne de los animales sea “más suave y tierna” para el consumo humano. Datos a 2013 del INE dan cuenta de que en Bolivia hay 8,31 millones de cabezas de ganado, el 43% está en Santa Cruz, el 31% en Beni y el otro 26% en el resto del país.





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