jueves, 7 de mayo de 2015

Virus mortal de los equinos

La Anemia Infecciosa Equina (AIE) es una enfermedad viral extremadamente contagiosa y muchas veces fatal transmitida por insectos chupadores de sangre que atacan a los caballos, mulas y asnos. Es muy importante tener conocimiento de esta enfermedad, pues se trata de un mal que afectará al animal durante toda su vida, con una capacidad de transmisión considerablemente alta. El virus causal pertenece al género Lentivirus, resistente a desecación a temperaturas inferiores a 50ºC, sensible a desinfectantes y cambios de PH. La anemia implica una disminución considerable en la cantidad de los glóbulos rojos (eritrocitos) y/o en la hemoglobina, lo que conlleva a una disminución del oxígeno que llega a los músculos y a los órganos y causa un deterioro rápido y general del cuerpo. Cuando se dice infecciosa se está haciendo referencia a que es adquirida por un agente patógeno ajeno al organismo que ingresa al cuerpo y desata la enfermedad. De igual manera, implica que un animal enfermo puede transmitir esta enfermedad a uno sano si se cumplen los vectores apropiados para que el patógeno ingrese al organismo sano. En algunos casos es factible un contagio directo horizontal por vía venérea o vertical por vía transplacentaria. La infección intrauterina puede no ser letal, dando lugar a un portador congénito. Por su parte, el médico veterinario Roberto Condigiani, experto en equinos y jefe veterinario del Club Hípico Santa Cruz, asevera que este virus es letal para los animales y que los productores están en la obligación de reportar a las autoridades la aparición de algún caso. Condigiani puntualiza que esta enfermedad existe en todo el mundo y la califican como "sida animal" ya que elimina los glóbulos rojos. Al haber un brote se debe declarar una cuarentena. Este veterinario recomienda la realización de tres análisis clínicos a los animales en observación antes de sacarlos de cuarentena y esta no puede durar menos de 45 días.

Formas de contagio
El contagio más frecuente es el mecánico indirecto por picaduras de moscas como el tábano (Tabanus y Chrysops) y mosquitos (Anopheles), cuya presencia se debe a la existencia de alta temperatura, humedad y vegetación. La transmisión también se puede verificar indirectamente a partir de la mala manipulación de utensilios de uso diario e instrumentos quirúrgicos.

Prevención
No existe ninguna vacuna o tratamiento eficaz; la aplicación de antianémicos, alimentación adecuada y un cuidado especial pueden alargar la ausencia del virus, pero el animal sigue expuesto a padecerlo y es un portador permanente. Se puede combatir mediante medidas higiénico-sanitarias preventivas, como evitar la exposición a los vectores y proteger de estos a los animales, desinfección cuidadosa del material quirúrgico y los arreos, y limitación, previo diagnóstico, del comercio y el movimiento de equinos. En caso de brotes se deben aplicar fuertes medidas de erradicación, con sacrificio inmediato y destrucción sanitaria de enfermos, sospechosos, camas y estiércoles, desinfección y desinsectación, secuestro, empadronamiento e inmovilización. Así mismo se debe realizar vigilancia periférica con diagnóstico sistemático por inmunodifusión, complementados con medidas preventivas como las descritas. Es la única solución eficaz y tanto más cuanto los animales infectados no sirven ni para trabajo ni para reproducción.

La MVZ Eddda Bustillos, especializada en animales mayores, puntualiza que el caballo afectado debe ser tratado de manera aislada, preservando a los demás animales, inclusive debe tener trato preferencial pues dependerá de la acción rápida sanitaria para detectar el virus a tiempo. Posteriormente se debe aislar al animal, realizar el procedimiento sanitarios correspondiente, hacer limpieza de los predios y resguardar la salud de los demás animales. Si el animal dio positivo hay que dar a conocer los resultados a las autoridades, sacrificar al animal y enterrarlo a profundidad con cal.

Contagio en humanos
La AIE puede infectar al hombre, causando un cuadro virémico de 2 a 7 años de duración, con crisis febriles acompañadas de enteritis hemorrágicas violentas, dolores lumbares, cefalalgias, debilidad, pérdida de peso y anemia.

La "AIE" en Bolivia
A pesar de ser un virus sumamente mortal, en el país se han visto casos muy aislados ya que los productores toman todas sus previsiones necesarias para evitar este virus. Pese a los cuidados, en el departamento de Cochabamba en el año 2014 se comprobó la infección en un caballo. Esta noticia causó revuelo y ocasionó la suspensión del Campeonato Nacional de Equinos que estaba por llevarse a cabo,perjudicando a los participantes y obligando a evacuar a sus animales. Se detectó que el caballo contagiado obtuvo el virus durante su participación en un campeonato extranjero y como lo dictamina las leyes del Senasag, el animal fue sacrificado. El Beni es otro departamento donde se conoce la aparición de animales infectados, debido a que están expuestos a una gran cantidad de mosquitos por la exuberante vegetación y presencia acuática.

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