domingo, 4 de enero de 2015

Indígenas ‘siembran’ peces en el Chaco para mejorar sus ingresos



Las últimas luces sofocantes del día se reflejan en los dorsos de los 1.700 alevines que nadan en un estanque artificial construido en el ardiente Chaco oriental, fruto de un proyecto de Bs 1 millón que prevé mejorar la economía de unas 100 familias guaraníes.

La existencia de peces en zonas afectadas históricamente por la sequía puede sonar, en un principio, como algo poco creíble, pero lo que hace seis meses nació como una corazonada política en Camiri está hoy por transformarse en un negocio próspero, gracias a un proyecto impulsado por la Fundación Educación para el Desarrollo (Fautapo), el Gobierno Municipal de Camiri y la cooperación suiza.

Es así que la crianza de peces en lagunas artificiales se está encaminando a ser una actividad económica alternativa para algunas comunidades de pueblos indígenas en la provincia Cordillera, al sur del departamento de Santa Cruz, región donde muy difícilmente se producen alimentos básicos para el consumo diario de sus habitantes.

Los biólogos y veterinarios del proyecto comprobaron que el agua bombeada desde el río Parapetí podía emplearse para la crianza de pacús, una de las especies de peces que tiene mayor resistencia y adaptabilidad a la geografía árida de esa región.

El director de Desarrollo Económico Productivo de la Alcaldía de Camiri, Jorge Campos, dijo que el proyecto contempla la construcción de diez estanques que serán instalados en cada comunidad guaraní que esté ubicada en las riberas del río Parapetí.

“La primera (granja) acuícola ya es una realidad y alberga a unos 1.700 alevines (...). No fue nada fácil convencer a los indígenas de que ‘cultivar’ peces con fines comerciales en la zona seca tenía sentido”, recordó Campos, mientras observa el primer estanque y antes de adelantar que el segundo criadero está por concluirse en la comunidad de Itanambikua.

La primera granja beneficiará a Guirarapo —al norte de Camiri y distante a 350 km de la capital cruceña— con peces que hoy son pequeños, pero que ganan unos 100 gramos de peso al mes.

Desarrollo. Durante una visita realizada a Guirarapo, La Razón constató que las familias que participan del proyecto esperan mejorar sus ingresos económicos y su dieta alimenticia a través de la comercialización de la carne de pescado. El proyecto busca cambiar el pensamiento productivo de la gente de Camiri, que se ha caracterizado por ser una zona petrolera. “Ahora se impulsa este tipo de proyectos que buscan garantizar la alimentación de los lugareños y la comercialización del producto”, afirmó Campos. El emprendimiento será replicado en otras comunidades indígenas en las que se está capacitando a los lugareños para que incursionen en esta actividad.

Wilmar Barrientos, beneficiario del proyecto en Guirarapo, recordó que no le había pasado por la mente “ni en sueños” criar peces en lagunas artificiales. Su comunidad, dedicada al cultivo de maíz en pequeñas cantidades para el autoconsumo, se vio afectada meses atrás por la cruda sequía que castiga cada año al chaco.

“Con la sequía se perdió todo”, pero “esta iniciativa viene a cubrir algunas necesidades de alimentación de los comunarios que viven de sus cultivos. Ahora, la esperanza es tener carne de pescado durante todo el año y comercializarla para mejorar nuestros ingresos”, manifestó Barrientos, mientras pasaba una toalla por su rostro para secarse el sudor provocado por 40 grados de temperatura.

Wálter Gonzales, técnico del proyecto, subrayó que la producción de peces en lagunas artificiales es rentable. “Esta actividad tiene mucho futuro para nuestras comunidades y se convertirá en una nueva alternativa de vida”.

El ciclo productivo de los peces es de un año pero, según lo planificado, a los seis meses se hará la primera despesca del 50% de los alevines, que hasta ese entonces alcanzarán un peso promedio de 600 gramos. El aprovechamiento y restitución de la otra mitad se hará terminados los 12 meses.

Los beneficiarios del proyecto recuerdan que hace años, durante el tiempo de “alternativas de vida para los indígenas”, había un alto grado de pesca extractiva del sábalo y otras especies en el Parapetí. Pero hoy el río ha sido presa de diferentes cambios ocasionados por varios factores que dejaron como consecuencia la casi nula producción de peces.

Detalles de la crianza de peces

Origen

La piscicultura recién se de- sarrolló en el oriente boliviano desde los años 90 a través de la crianza de especies como la carpa, la tilapia y el pacú.

Proyecto

El pacú es alimentado cuatro veces al día con comida balanceada y plantas, que contribuyen a la oxigenación del agua.


No hay comentarios:

Publicar un comentario